El deporte y la sociedad

Cada que algo malo pase debemos voltear a vernos como sociedad y voltear a ver el ámbito deportivo, no importa qué momento o qué competencia sea, este artículo servirá de explicación a algunos fenómenos que se ven reflejados dentro o fuera de un deporte.

Hace un tiempo y después de ver como Chile pisoteó a la selección de México en la Copa América Centenario en mi perfil de Facebook escribí que ese resultado era un fiel reflejo de lo que pasaba en el país; ese día la selección jugó de una forma más que displicente, era desesperante y patético ver cómo el portero ni trataba de detener los tiros, los defensas dando muchísimas comodidades, los medios tirando balones a la tribuna y los delanteros repartiendo suvenires al respetable. Después, en la Copa Confederaciones de 2017, México no jugó mal ante Rusia, pero un exceso de confianza ante Nueva Zelanda y un partido prácticamente para el olvido contra Portugal dio mucho de qué hablar. En la semifinal dieron chispazos ante una muy joven selección alemana que apretó y pulverizo a los mexicanos a penas 4-1, y digo a penas porque pudieron meter quince sin exagerar. El fin de semana pasado, otro ridículo, pero ahora en la Fórmula 1 sucedió. Resulta que después del relanzamiento de Safety Car, Checo Pérez contactó a Carlos Sainz y salió de la pista; el tapatío se quejó con su equipo por diez vueltas, en el deporte motor si pierdes un par de décimas por sector es muchísimo tiempo, diez vueltas es prácticamente perder las casillas, sumado a esto, las declaraciones políticas de su padre previo al arranque de la carrera no quedaron desapercibidas, a tal punto que los narradores de la misma cadena que televisó la carrera se deslindaron de un comentario así de irresponsable y equivocado.

¿A qué se debe este fenómeno? Hablemos primero del fútbol, como todo tiene un reflejo, y ese reflejo es la corrupción que impera en la Femexfut y en la Liga MX, como en los amigos que juegan dentro del combinado nacional, como en las pésimas gestiones deportivas y administrativas que tienen al mal llamado equipo de todos al borde del knock out. Sí, el mote de equipos de todos está muy mal empleado y aquí va el porqué:

Hace unos días mi papá me enseñó la revista Proceso donde confirma lo que ya todos sabíamos, en México las generaciones de futbolistas (y de muchos deportes en general) se pierden en nuestras ligas llaneras y por consiguiente se va eliminando de a poco a los recolectores de las canteras de la liga. Eso no es todo, según una estadística de esa revista una cifra menor al 15% son los jugadores que salen del llano, el resto son gente con mucho dinero, no sé a qué punto tienen talento pero el dinero lo resuelve. Podría poner muchos ejemplos, incluso hablar de mi caso, un visor de un equipo tapatío fue a ver una escuela a en la que era parte de la plantilla, por visoria y evaluación propia cobraban una suma de sesenta mil pesos, esa suma no incluía el viaje a Guadalajara, ni el hospedaje, ni viáticos ni nada, sólo era el monto por la visoria sin la certeza de que te quedarías en alguna categoría inferior.

Tomando en cuenta eso, sabemos por qué la selección no puede ser llamada el equipo de todos, el futbol es uno de los deportes más populares e irónicamente más elitistas del país. Las chances para los más talentosos se perdieron y se quedaron en las canchas amateur por un pago por juego de 600 pesos por partido, a ellos se les conoce como “talacheros”.

En el deporte motor la estadística es mucho más baja; en resumen, sin patrocinios no tienes chances de subsistir en el verdadero deporte de los príncipes. En un sinfín de ocasiones he criticado a Checo Pérez por no ser un piloto capaz de tomar decisiones medianamente importantes y ni con sus nueve podios cambiará mi opinión. A veces debes de tener suerte y él la ha tenido la suerte de estar en los lugares y de tener los reglajes perfectos por las pistas, sin olvidar las órdenes de equipo.

El caso del automovilismo para la sociedad es casi tan irrelevante a menos que se acerque la fecha del gran premio; regresando al asunto de qué tiene que ver, la respuesta es más o menos la del fútbol, no es corrupción en este caso, es dinero, mucho dinero. Por patrocinios Force India un aproximado de 20 millones de euros que le sirven para mejorar el monoplaza, a eso debemos sumar los salarios de los pilotos y de todo el equipo. Tener dinero en el deporte motor maquilla bastante la inoperancia y la falta de talento en el volante de un piloto. Checo llegó de la mano de Escudería Telmex (vaya push) y sumando que su papá es político es mucho más factible que en México sea alguien importante. Pondré otro ejemplo, el actual campeón de la F1, Lewis Hamilton era un chico de una clase trabajadora, sobresalía en el karting inspirado por el ídolo de muchos, Ayrton Senna. A Lewis le echó el ojo un scout y en las casualidades ese scout era de McLaren, de ahí todos conocemos que fue contendiente en 2007, campeón en 2008, contendiente en 2009, 2010, 2011, 2013 y que en 2014 conseguiría su segundo campeonato. ¿Cuál fue la diferencia? A Hamilton lo vieron con hambre de salir adelante y descubrieron que tenia talento, y quizá eso fue determinante.

Jamás defenderé a Checo y mucho menos por la dolorosa exhibición del GP de Canadá, pero sí exhibió una cosa en común con la sociedad y es ser un llorón, no ser capaz de reconocer errores y mucho menos ser autocritico por mucha responsabilidad que tengas. Así es nuestra sociedad, para muchas cosas es buena y unida, pero cuando las cosas salen mal perdemos todos la cabeza y buscan señalar un culpable. Así es como se refleja la sociedad en el deporte, muchos brillan sin cartel y los que tienen cartel son un excelente ejemplo de la antideportividad y de lo que no debe hacerse dentro de un campo de batalla.