Mexicano con sentir uruguayo

Elegancia, elocuencia y sabiduría. Son los tintes más notables de las palabras del señor Mujica pero también esconden algo más profundo y misterioso. Porque cuando Mujica habla todos escuchan, su habla está impregnada de arte, de magia.

Sólo se necesita escuchar al Sr. Mujica decir una frase y la sangre se acelera. Sus palabras no entran a los odios, entran directo al corazón encendiendo aquella chispa revolucionaria que todo ser humano posee.

El legado y la historia del señor Mujica traspasa más allá de las fronteras de Uruguay, inspirando a personas por todo el mundo.

Porque tú, Pepe, eres el valiente que se atrevió hablar sobre la felicidad. Tú, Pepe, eres el valiente que se atrevió a decirles de frente a los líderes mundiales que el sistema no funciona. Tú, Pepe, que fuiste encarcelado pero tus ideales nunca perdieron su libertad. Tú, Pepe, que tienes el valor y el coraje de hacerle frente a esta religión llamada capitalismo. Tú, Pepe, que luchas como un adolescente revolucionario a tus 80 años por la igualdad social. Tú, Pepe, que eres fuente de inspiración.

México queda a 8,145 kilómetros de distancia desde Montevideo pero si volviera a nacer haría el viaje de nuevo, de ser necesario caminando, por volver a conocerte.

Porque me diste lo más grande que pude dar un ser humano, me regalaste tu tiempo.

Muchas gracias señor Mujica porque dentro de tu sencillez y humildad existe una grandeza que transforma vidas.

¡Que viva Uruguay!

¡Que viva el grande Pepe Mujica!